Efecto del manganeso en la alimentación del ganado

El manganeso (Mn) es el metal más abundante sobre la tierra, y es considerado esencial para el crecimiento y la fertilidad en animales. En bovinos la deficiencia clínica es poco frecuente, especialmente en sistemas extensivos.

En razas de carne en crecimiento y terminación los requerimientos de Mn son 20 mg/kg de la dieta en M.S. (NRC, 2000); en vacas lecheras es 40 mg/kg (NRC, 2001).

Los granos poseen concentraciones importantes de Mn. Los forrajes son fuentes muy variables del mismo.

En el animal el Mn tiene absorción intestinal, y es variable dependiendo del requerimiento y la competencia con el hierro (Fe), ya que comparten transportador de ingreso al enterocito.

El Mn no posee un órgano de depósito definido, por lo que su aporte en la dieta es fundamental.

Interviene en actividades enzimáticas relacionadas con la fertilidad, la formación del ternero en el vientre, la inmunidad, la formación ósea y del cartílago, y antioxidantes. Sin embargo, hay muy poca información que relacione la deficiencia de Mn con patologías clínicas o subclínicas, siendo difícil la observación de problemas causados por su bajo aporte.

Los niveles de Mn en plasma no son adecuados para evaluar el status animal, ya que son extremadamente bajos y no varían significativamente en estados de carencia (Legleiter et al, 2005; Weiss and Socha, 2005; Hansel et al, 2006).

Se recomienda mantener una dieta con un aporte mínimo de 20 ppm de Mn (MS). Se pueden utilizar fuentes inorgánicas como sulfato (MnSO4), óxido (MnO) o carbonato de Mn (MnCO3). Las fuentes orgánicas han demostrado generar ventajas con respecto a las inorgánicas (Weiss and Socha, 2005).

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